Locutor 1: La primera pregunta que quiero hacerle es la siguiente: ¿usted está loco?
Invitado: Jeje… Bueno, tampoco es para ponerlo de esa forma, de hecho…
Locutor 1: Es que no se entiende que usted ponga a los demás por encima de su integridad física. Es bien extraño… Tatiana, ayúdeme aquí con el invitado…
Locutor 2: A mí me parece muy tierno, Carlos Roberto, de hecho creo que hace falta más gente como él…
Locutor 1: Por favor no le dé cuerda, Tatiana.
Locutor 2: No es eso, lo que pasa es que yo no veo qué tiene de loco querer que todos estén bien. En serio que me parece muy respetable, bonito.
Invitado: Gracias, de hecho yo…
Locutor 1: Un momento, por favor, ¿me quieren decir que está bien poner en peligro la propia vida por la vida de los demás? ¿Quién se creen, Jesucristo? ¡Por favor, tenemos a Jesucristo a las 8:15 de la mañana en CBYK!
Locutor 2: No es eso, Carlos Roberto, pero lo que el mundo necesita es más personas como nuestro invitado, el mundo sería…
Locutor 1: ¿Un lugar mejor? No lo acepto, tan sencillo como eso. Señor, cuéntenos en estos micrófonos, ¿usted está loco? ¿Está mal de la cabeza?
Invitado: Bueno, bueno, lo importante es que no perdamos la calma. No, no estoy loco, simplemente creo en las inmensas posibilidades que tienen los seres humanos para el bien…
Locutor 1: ¿El bien? Por favor cuéntele a Tatiana por qué tiene un yeso en el brazo, algo que al parecer es completamente normal para usted, partirse los huesos…
Invitado: Bueno, pues estaba en el bar, tocando la guitarra, una canción de protesta social y en una de las mesas se armó una pelea, dos tipos grandotes y borrachos…
Locutor 2: Los borrachos siempre poniendo problema, Carlos Roberto…
Invitado: Entonces yo paré la canción y les pedí que dialogáramos, porque todo se arregla con diálogo…
Locutor 2: Claro que sí…
Locutor 1: Continúe, por favor…
Invitado: Pues a ellos no les hizo gracia y el más grande me pegó un puñetazo en la cara, entonces caí al piso…
Locutor 2: ¿Pero se defendió con su guitarra?… O bueno, la gente del lugar lo ayudó, ¿cierto?
Invitado: Realmente no, pues yo me levanté para tratar de hablar y el otro uso mi guitarra para ponérmela en la cabeza, por eso está medio remendada. El brazo me lo partí al caer, para responder la pregunta aquí del periodista…
Locutor 1: Cuéntele, por favor, cómo lo ayudó la gente…
Invitado: No, pues, cuando me desperté estaba afuera en el andén, sin zapatos y sin billetera, pero eso no es culpa de la gente, señor periodista, porque ellos tienen problemas o están confundidos.
Locutor 2: No, pero eso no está bien. ¿Usted acudió a la policía para que lo ayudaran?
Locutor 1: Esta es mi parte favorita… Cuente, cuente, por favor…
Invitado: Al día siguiente fui a la estación a poner el denuncio y el policía que me atendió era uno de los borrachos que me pegó…
Locutor 2: ¿Y qué pasó?
Invitado: Me dijo que si no me largaba me llenaban la boca de tierra. Pero yo lo entiendo, como le digo, la gente está confundida o tiene sus problemas, hay que aceptarlos como son…
Locutor 1: Excelente relato, continuamos en CBYK son las 8:18 de la mañana. Cuando regresemos de la pausa nuestro invitado nos cantará una canción sobre la paz. ¿Alguna otra pregunta para el invitado?
Invitado: Voy afinando la guitarrita…
Locutor 2: Sí, me gustaría saber, señor, ¿usted está loco?
SEGUNDO ESPACIO PUBLICITARIO
La ilustración es cortesía de Victoria Sánchez.